Si bien la música es un arte, se sabe que por la extensión de conocimiento que requiere debido a las propiedades de sonido y las relaciones matemáticas que están en juego, también puede ser considerada una ciencia. Así pues, como en toda ciencia, la música necesita de parámetros que nos ayudan a medirla para poder comprenderla.
Al interpretar podrás notar que muchos músicos están concentrados en seguir una partitura que se utiliza para que todos los músicos puedan tocar unos con otros en conjunto y esto puede hacerse con exactitud gracias a las medidas de la música, que pueden ser a nivel melódico, armónico o rítmico. En el caso rítmico y de estructura, a la unidad musical con la que dividimos una canción o una obra le llamamos compás.
El compás es una unidad que divide la extensión de una canción u obra. Nos ayuda a cuantificar sus partes y con ellas, su estructura. En el pentagrama, un compás lo reconocemos cuando éste se divide por una línea vertical.
En un compás podemos escribir solo una cantidad determinada de notas y esta cantidad la sabemos gracias a un número que se escribe en forma de fracción al principio del pentagrama. A este número le llamamos “métrica”. Como la métrica determina el compás, por extensión suele llamársele “tipo de compás”.
La métrica nos indica la cantidad de notas y la duración de las mismas que podemos incluir en un compás y también nos sugiere que tipo de musicalidad debe llevar cada frase musical.
Al número en la parte superior de la fracción que indica la métrica le llamamos numerador. Esto nos indica el pulso. El pulso nos señaliza cuantos “tiempos” habrá en un compás. Al número en la parte inferior le llamamos denominador y nos indica la figura musical base.
En este sentido debes saber que:
De tal modo sabemos que la figura musical base es de negra si el denominador es el número 4, de corchea si el denominador es el número 8 y de blanca si el denominador es el número 2.
En la métrica, la combinación de ambos números (nominador y denominador) nos dan a entender no solo las cantidades de un compás, sino los “acentos naturales”. Los acentos son cuando una nota sobresale en intensidad, intensión o volumen del resto. El ritmo simplemente es una secuencia de golpes o notas, pero los acentos nos permiten darle un sentido al ritmo y con ello, musicalidad.
Una muestra clara de esto es el “vals” que se encuentra en métrica de ¾. El vals se caracteriza por tener el acento en la primera nota y las que le siguen son 2 notas débiles. Es así como el vals cobra sentido como música y también como una forma de baile.
Si reducimos los números del ritmo musical a su mínima expresión, estos serían el 2 y el 3. La división en la música puede ser por división binaria (con base en el número 2) y a este sistema le llamamos sistema binario. Y luego existe otro tipo de sistema, el cual se basa en tercios. A este sistema basado en la subdivisión del número 3 le llamamos sistema ternario.
Sabiendo esto ya podemos mencionar que existen dos tipos de compás: compás simple y compás compuesto. En el compás simple las notas de cada tiempo tienen base binaria, mientras que el compás compuesto, cada subdivisión del tiempo tiene base ternaria.
Ejemplo:
Ya comprendiendo estas categorías, ya podemos clasificar todos los tipos de compás. Existen varios, pero los siguientes son los más utilizados:
Al indagar en el mundo de la música no muchos esperan encontrarse con tantos números, sin embargo debemos aceptar que además de un arte, la música es una ciencia y para comprenderla mejor debemos aprender también acerca de esta faceta. Lo bueno es que una vez lo hayas comprendido, podrás divertirte en la práctica y maravillarte con toda la variedad que la creatividad musical que nos puede brindar.
Esperamos que hayas disfrutado con este artículo de unPROFESOR y que ahora comprendas mejor qué es un compás musical y los tipos que existen.